interfase

me detengo. pienso. miro. mascullo. qué tan solo puedo llegar a estar en este desierto? mi cuerpo, mi materialidad es también una interfase: estoy en conexión e interferencia constante con lo demás, estoy en red. "una red es una frontera" me dice una //tecno//voz, que bien podría ser un dato, una interferencia o una grieta. estoy en un espacio total. habito una totalidad: el desierto. pero también habito otra totalidad fronteriza: estoy en red. soy una interfase. si mi cuerpo es una interfase, una plataforma de interacción, conexión y des-conexión estoy atado a una inmaterialidad, estoy atado a una grieta invisible, una grieta total. en ese sentido nunca estoy solo. es decir, estoy y no estoy solo. estoy en compañía así como en absoluta soledad. estoy en una paradoja cuántica: estoy dentro y fuera al mismo tiempo, estoy en ningún lugar, estoy en todas partes. nodos y más nodos, interconexiones, voces, datos, sonidos, recuerdos  ajenos, intimidades no programadas y secretos terribles programan y desprograman mi interfase durante perversos tránsitos. así, mientras mi materialidad padece los rigores del desierto, transito otros espacios y enfrento otras conexiones: está otro Clon, está otra desconexión fructífera y aleatoria y es una interesante y perversa conexión en la desolación virtual, están los textos, los hipervínculos, los enlace, los videos, la tecnología totalizante, lsa imagenes, los clones que no saben que son clones, los zombis, los androindes, los aliens, los cyborgs
estamos y no estamos, como paradojas cuánticas de la desconexión