como si el ocaso

ya no hay distinciones entre los días. el vacío de este desierto se lo traga todo. no hay distinciones entre estar vivo o estar muerto. en ser una cosa o ser la otra. soy la única criatura caminando por acá en kilómetros. desearía algún día dejar esta armadura absurda. saber si tengo un cuerpo. si tengo un yo. la pregunta es obvia, pero responderla es paradójica. por ahora, me detengo. he caminado demasiado. me he extraviado.el ocaso aparece mitológicamente. como si me hablaran a mi, sólo a mi, este par de soles. como si fueran mi única compañía. en este momento soy el único en la galaxia. uno persigue al otro en una carrera eterna. entre ambos soles se forma un vacío. tal vez un territorio áureo. impávido frente a este atardecer binario algo se me remueve. como si tuviera órganos. algo despierta mi materialidad en un sentido ambiguo. algo me colapsa. algo yace bajo mi armadura. bajo este casco. bajo esta blanca artificialidad. algo vive. mi materia. mi materia que se funde en el binarismo de los soles. en ese espacio intermedio. en ese vacío milimetricamente configurado. habito un cuerpo.